¿Sabías que la Asamblea General de las Naciones Unidas en marzo de 2006 proclamó el 17 de mayo como Día Mundial de Internet? Y no es de extrañar, ya que internet se ha convertido en una herramienta cotidiana que nos ha agilizado mucho el trabajo, ahorrado mucho tiempo en gestiones e incluso, en la mayoría de ocasiones, lo usamos como medio de entretenimiento. Diríamos que es imprescindible para muchos, los cuales tratan a la red como una especie de divinidad, que cuando desaparece unos minutos se ven sumidos en el más profundo caos. Estamos completamente digitalizados, para bien o para mal.

Estamos completamente digitalizados, para bien o para mal.

No es que queramos hacerle homenaje a esta red informática mundial, nada más lejos, nuestra intención es destacar una persona a la que el Papa Francisco llama la ‘influencer’ de Dios: la Vírgen María, que con su ‘SÍ’ cambió el rumbo de la historia. Explicaba en su Exhortación Apostólica Postsinodal ‘Christus Vivit’, dirigida a los jóvenes y también a todo el pueblo de Dios, que Ella con pocas palabras se animó a decir “sí” y a confiar en el amor y en las promesas de Dios, única fuerza capaz de hacer nuevas todas las cosas. Así sorprendió a María y la invitó a formar parte de esta historia de amor. Sin lugar a dudas la joven de Nazaret no salía en las “redes sociales” de la época, no era una “influencer”, pero sin quererlo ni buscarlo se volvió la mujer que más influenció en la historia.

Hoy en día, nos invaden muchas plataformas digitales plagadas de influencers que se cuelan en nuestras pantallas precisamente para influenciar de alguna manera en las vidas de sus seguidores. Sin embargo, María fue una joven que no precisó de ningún like, ni de vídeos ni de engagement en sus publicaciones, sólo de una gran fuerza para aceptar la voluntad de Dios. Su difusión se hizo posible gracias a su bendita afirmación, pues fue alguien que quiso comprometerse y arriesgarlo todo sin ninguna garantía aparente, sólo con la certeza de saber que era portadora de una promesa.

Convirtámonos en influencers al estilo de María.

Y es que internet puede ser un camino más para proclamar la Buena Nueva, así que influenciémonos pues del Espíritu Santo y convirtámonos en influencers al estilo de María, para que podamos darnos a los demás sacando adelante la promesa que cada uno llevamos en el corazón.